Este es un documento inútil e imperfecto. Un catálogo pobre, pero a la vez lujoso. Un compendio de imágenes raptadas de internet, seleccionadas en una deriva online a partir de la búsqueda en Google de las palabras gold art. Master gilders pone en relación bajo un mismo título obras de arte cuya característica común es el oro, las cuales no siguen un recorrido lógico pues atienden únicamente a su orden de descarga.

 

Todas reflejan el uso del oro o de su apariencia bajo múltiples discursos y responden a una serie de parámetros simbólicos inherentes a su superficie incorruptible. No es cuestionable la atracción del hombre por este escaso metal que siempre ha representado lo inamovible. La obra de arte dorada se posiciona bajo la seguridad que la apariencia estética del material le confiere gritando: el arte es tan seguro como el oro, su valor será para siempre. El artista se convierte así en una especie  de rey Midas que convierte en oro –la obra y el beneficio de su venta–  lo que toca. Maestros doradores de elementos mundanos ahora sacros no sólo por el hecho de ser arte, también por poseer bruñidas pátinas. Como aquellos suntuosos relicarios creados para albergar los restos de santos, cualquier elemento revestido de oro se santifica y se desplaza hacia el plano de lo divino, aspira a alcanzar la belleza.

 

Deslúmbrense.